Para poder expresar lo mucho que me gustaron estas galletas debí haberme grabado bailando cuando las probé. Es que finalmente quedaron como quería: Crujientes pero un poco chiclosas adentro, con mucho sabor a chocolate. Además, sustituimos el azúcar, son lo más sano del mundo, por lo que puedes comerlas entre semana y dárselas a los niños sin que terminen corriendo por toda la casa, eléctricos, hasta la una de la mañana.
Como la mayoría de las cosas que cocino, no es nada complicado prepararlas, los ingredientes seguramente los tienes a mano y si no, tampoco hay que hacer milagros para conseguirlos. Si yo que estoy de reposo puse hacerlas, créeme que tú también.
Vas a necesitar:
Ingredientes (Para unas 6 galletas grandes):
1 taza y ¼ de salvado de avena (Harina de avena también funciona)
3 cucharadas de cacao en polvo.
3 cucharadas de aceite de canola (Girasol, maíz, coco, pero si están en Venezuela por favor no usen el de soya, se los suplico).
1 huevo.
¼ taza de azúcar.
40 gramos de chocolate oscuro.
½ cucharadita de bicarbonato.
1 pizca de sal.
Preparación:
Mezcla todos los ingredientes secos y reserva. Con mucho cuidado, porque el chocolate es delicado, derrítelo en el microondas junto con el aceite y también resérvalo.
En un bowl incorpora el azúcar, el huevo y luego el chocolate derretido junto con el aceite hasta que todo esté bien integrado. En este punto, agrega los ingredientes secos hasta que ya no tengas grumos.
Lleva la mezcla al congelador por 10 minutos, mientras tanto engrasa tu bandeja y pre calienta el horno a temperatura media.
Cuando veas que ya puedas manipular la mezcla, forma galletas grandotas y llévalas al horno por 10 minutos, siempre vigilando que no se te pasen de cocción para que no queden secas. Déjalas enfriar en una rejilla y listo, a comer.
Agregar chocolate en trozos, frutos secos o confitura de naranja seguramente las haría mucho más deliciosas, así que siéntete libre de probar. De eso se trata la cocina, de comer, crear y que eso te haga feliz.
Si cuando las pruebes te pasa como a mí y bailas, házmelo saber.
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