Hasta luego

Mucho ha cambiado el mundo desde la última vez que publiqué una receta aquí. Vivimos tiempos muy raros.

Se supone que este año sería diferente, al menos en mi caso, porque lo comencé con la firme convicción de invertir más tiempo en ocuparme que en preocuparme. Desde mediados de Enero estuve estudiando inglés y entrenando en el gimnasio hasta que llegó Mr Covid-19 a cambiarnos más la vida.

No me mal interpreten, no vine a quejarme, pero lo cierto es que el propósito de este blog que es cocinar, inventar recetas, probar, pues se ha hecho cuesta arriba. Sigo preparando cosas a diario, pero nada tan importante o significativo como para ser publicado.

Panes, panquecas y mermeladas es lo que ha abundado durante esta cuarentena porque compré moras compulsivamente como si fuera el fin del mundo, aunque tal vez sí lo es y aún estamos en negación.

Desearía  poder seguir cocinando siempre y compartirlo aquí, aunque no sé si alguien lo lea, me basta con la ilusión de creer que esa persona que entra a este blog desde Austria algún día habrá preparado una receta mía.

Aún no sé cuándo pueda volver a cocinar sólo para poder hacer crecer este espacio que es sin duda alimento para mi espíritu, supongo que será cuando comprar una canela no signifique dejar de comer bien por una semana. Es difícil para todos, pero aunque hay días donde sólo me provoca ver el techo y llorar, lo que me mantiene en pie es mi familia y la certeza de haber conocido el lado inefable de la vida, que está ahí y que tal vez algún día volverá.

Lávense las manos, cuiden de ustedes, de los que aman y cómanse algo rico.

Bai.

 

Deja un comentario